Maternidades Diversas

Mayo Mes de Todas las Madres:
Maternidades Diversas

Crédito de la Imagen: @pelosozico

La maternidad no es exclusiva de quien gesta. También es de quien apoya, respalda, enseña, corrige, acompaña y ama. Para las personas diversas la maternidad es en muchos casos algo ajeno a nosotres, algo que encontramos en quien menos esperamos. Huir de nuestras casas, familias o entornos sociales se convierte en la única salida y es una verdadera madre quien te recibe y te abraza sin importar cómo te veas, y que camina a tu lado.  En una entrevista conocimos a la madre Cindy Núñez, una madre comunitaria del barrio Santafé, un barrio marginal conocido como zona de trabajo sexual en la ciudad de Bogotá, Colombia, e integrante de la Red Comunitaria Trans. Tanto a mujeres cis como a mujeres trans, ella es quien durante años le ha abierto las puertas de su hogar a quienes llegan huyendo de la transfobia que hoy en día sigue cobrando la vida de cientos de personas en Latinoamérica y el mundo, limitando su esperanza de vida a 35 años y relegándolas a pocos espacios de trabajo o socialización fuera de las calles. Todo su trabajo, dentro y fuera de las calles, como desde el arte y el activismo, sigue abriendo camino para que las nuevas generaciones puedan vivir sin miedo y sin ser perseguidas por ser quienes son.

¿Quién es la madre Cindy?

Una mujer trans de 61 años, de los llanos, trabajadora sexual. La vida ha sido mi escuela, la calle, me enseñó a trabajar, a guerrear, a luchar y a emprender. Yo nunca estudié, no aprendí a leer y a escribir, pero sí a valerme por mí misma y transformar.

¿Qué es la maternidad para usted?

Acompañarlas y aconsejarlas, me gusta pensar en ellas, en mí y en un futuro, cuidarlas y cuidarse uno mismo. Ponerlas en un buen camino, no dejarse llevar por situaciones económicas difíciles y que deban tomar malas decisiones, poder llegar a la edad a la que yo he llegado, que esas malas decisiones no nos quiten la vida y les demos la oportunidad de robarnos los sueños. Quiero que todas las mujeres trans se amen, se quieran y sepan todo lo que valemos. Muchas de mis compañeras se quedaron en el camino, pero aquí seguimos caminando y luchando. Viví la discriminación no solo en mi país, también en Europa y sufrí la violencia, pero sigo luchando por acabarla y combatirla.

Crédito de la Imagen: @pelosozico

¿En qué momento decide acoger a chicas en su casa?

Yo llegué al Santafé en los años 80 y trabajé en la calle, en los bares, fui mesera, trabajadora sexual y eso me dio un reconocimiento entre quienes frecuentaban la zona. Al pasar el tiempo, tuve la oportunidad de viajar fuera del país y trabajar en Europa. Viví 16 años allá y al volver en el 2011 a recorrer las calles que frecuentaba, encontré un espacio de alto impacto, de lágrimas y sangre derramada, de mucha vida nocturna. El haber podido volver y ser de las primeras mujeres en irse a buscar oportunidades fuera del país, hizo que entre las chicas me conocieran y me vieran como una sobreviviente. Siempre he estado para ellas, hemos tenido situaciones difíciles, hemos vivido del día a día, peleamos, nos agarramos. Pero somos hermanas, hijas, sobrinas y nietas, y eso nadie lo cambiará. Nadie sabe la cruz que llevamos como mujeres trans. Nos juntamos entre nosotras y sabemos que todo lo que queremos, lo podemos lograr.

Cuando nos unimos, transformamos.

Quiero seguir luchando por mí y por todas las que ya no están, somos fuertes, somos valientes, poderosas y transformamos todo lo que nos proponemos. La gente debe saber de lo que somos capaces, a pesar del daño que hacen al discriminarnos, nosotras seguimos de pie dando la pelea y aquí siempre estaré para ellas.